El uso y comercio de plaguicidas falsificados representa un problema creciente en la agricultura por los daños que ocasiona. Desde CropLife Latin America destacan esta problemática y advierten sobre el impacto de la falsificación de productos fitosanitarios.

 

En la actualidad, el alto volumen de productos falsificados conlleva un rango amplio de efectos en detrimento de la industria, los productores, economías nacionales y el medio ambiente. Por ende, si los plaguicidas no han sido evaluados ni autorizados, se pone en riesgo la salud humana y la producción agrícola.

 

La CropLife Latin America señala que el impacto negativo de los plaguicidas falsificados incluye los riesgos económicos para el productor y pérdida potencial de la cosecha debido al uso no efectivo del producto falsificado. Además, genera una obstaculización de la inversión, empleo, transferencia tecnológica y recaudo de impuestos.

 

Cabe señalar que la utilización de plaguicidas ilegales provoca efectos negativos serios en la salud humana y en el medio ambiente, ya que los productos falsificados no son probados, ni sometidos a procesos de evaluación antes de aprobar su comercialización en un país, mientras que los productos legales son probados extensamente antes de ser autorizados debido a los requisitos estrictos que deben cumplir.

 

Asimismo, existe un riesgo de que las agroexportaciones sean prohibidas debido al uso de plaguicidas falsificados que obstaculizan el comercio.

 

El uso de productos falsificados hace que las empresas que desarrollan productos fitosanitarios se desmotiven para invertir importantes cantidades de tiempo y dinero en el desarrollo de nuevas tecnologías que puedan ayudar a asegurar la seguridad alimentaria global. Igualmente, la naturaleza defectuosa de los productos fitosanitarios falsificados pone en riesgo la salud y seguridad de los trabajadores y crea peligros para el medio ambiente.

 

Para hacer frente a esta problemática, es preciso un mejor escrutinio a cargo de autoridades como policía, aduanas y fiscalías en la implementación y el cumplimiento de los derechos de propiedad intelectual, así como una mayor transparencia en el comercio internacional de plaguicidas. Con esto será posible sostener el incentivo de innovar y asegurar que los productos comercializados sean utilizados de manera segura y responsable.

 

[Fuente: CropLife Latin America]