Las exportaciones de carne bovina a Rusia sufrieron una notoria reducción durante el 2020 y con ello cerraron la temporada menos productiva en nueve años, según el informe del Servicio Nacional de Calidad y Salud Animal (Senacsa).
El año pasado se enviaron 60,1 mil toneladas de carne, el volumen más bajo desde el 2012. Es necesario remontarse al 2011 para encontrar una exportación inferior a la del 2020. En aquel año sacudido por la fiebre aftosa apenas se embarcaron 53,9 mil toneladas.
Con relación al 2019, los envíos de carne bovina a Rusia se redujeron 31,4 %, que redundaron en 27,6 mil toneladas menos de salida durante el último año.
En cuanto a ingreso de divisas, los envíos de carne bovina a Rusia durante el 2020 inyectaron a la economía local USD 205,6 millones, un 29 % menos que el año precedente. Pese a esta importante reducción, el precio promedio pagado por los rusos por la proteína roja nacional fue mejor que el del 2019.
El precio promedio registrado en el 2020 fue de USD 3420 la tonelada, 3,4% más que el año anterior, en el cual se tuvo una media de USD 3304 la tonelada.
Las sanciones establecidas por el servicio sanitario ruso a varias plantas frigoríficas locales durante gran parte del año y las políticas gubernamentales de producción propia para autosuficiencia jugaron en contra de los intereses de las exportaciones de carne paraguaya a Rusia.
Para paliar esta gran retracción de la demanda rusa, Paraguay encontró una alternativa de envíos a Taiwán, aunque aún los volúmenes negociados con la isla están muy por debajo de aquellas cantidades adquiridas por la Federación Rusia, hace algunos años, superiores a las 100 mil toneladas.