Las variedades Sojapar R19, R24 y R34 quedaron habilitadas para la comercialización en todo el territorio brasileño, tras la reciente finalización del registro comercial. Actualmente, Paraguay exporta semillas de soja nacional a Bolivia, mientras que en Uruguay el proceso de evaluación ha culminado.
El registro comercial de las variedades Sojapar R19, R24 y R34 en el gigante sudamericano se dio tras varios ensayos de evaluación realizados en dos macrorregiones por un plazo de dos años, cada una de ellas en tres localidades y por un año en dos localidades, llegando así a tres macrorregiones. Las variedades fueron registradas como SP R19, SP R24 y SP R34.
Las pruebas hechas completaron los requerimientos para el registro comercial de estas tres variedades en Brasil, que posibilitarán su comercialización en este mercado. Al mismo tiempo, se espera que culmine el proceso relacionado con el registro de protección de las mismas variedades.
Bolivia. En el 2020 también se logró el registro comercial de tres variedades de soja paraguaya en Bolivia. Por medio de la Asociación de Productores de Oleaginosas y Trigo (Anapo), socio comercial del Instituto de Biotecnología Agrícola (Inbio), se exportaron cerca de 5000 bolsas de semillas de las variedades Sojapar R24 y R19 para fines de producción y multiplicación, sumándose así a la habilitación de la variedad Sojapar R75.
La Ing. Agr. Estela Ojeda, gerente general del Inbio, destacó que el interés a nivel regional por las variedades Sojapar se deben a sus cualidades agronómicas, como rusticidad, productividad y sanidad. Agregó, además, que se tiene como objetivo el ingreso de las variedades Sojapar en Uruguay para este 2021.
“Muchos años de investigación y desarrollo nos permiten hoy tener variedades de exportación, lo que nos pone muy contentos porque es el esfuerzo de mucha gente por un largo periodo de tiempo y seguimos apuntando a conquistar más mercados regionales para promover el uso de tecnología paraguaya en la agricultura de la región”, resaltó la ingeniera.
Uruguay. Actualmente, existe un progreso importante en el mercado uruguayo, ya que luego de dos años ha concluido el proceso de evaluación de las variedades Sojapar R19, R24 y R49. Por el momento, se encuentra en proceso el registro comercial y de protección de estas variedades.
Sobre el valor de las semillas Sojapar, Simona Cavazzutti, presidenta del Inbio, destacó la aceptación que vienen teniendo las variedades en el mercado local y regional. Explicó que el propósito de la promoción de biotecnología agrícola es bridar herramientas útiles a los productores mediante el desarrollo de tecnologías que sirvan para el crecimiento económico y el progreso social de las familias en el campo.
“La aceptación que tienen las variedades Sojapar es la demostración de que la tecnología desarrollada para el campo y los genes de resistencia introducidos por los investigadores fueron los correctos, de modo a que el productor obtenga ventajas diferenciales. Necesitamos seguir produciendo más y de forma más sustentable, por lo que seguimos trabajando en la investigación y apuntamos a ampliar la cantidad de campos que reciben nuestra tecnología”, acotó Cavazzutti.
Por otro lado, Édgar Esteche, presidente del Instituto Paraguayo de Tecnología Agraria (IPTA), valoró que las variedades Sojapar sigan avanzando en su conquista de mercados, ya que es el resultado de una alianza público-privada que brinda beneficios a los productores y permite una producción más sustentable.
Esteche puntualizó que el objetivo principal es “que los productores tengan al alcance cada día mejores tecnologías que les permitan el mejor manejo de cultivo en armonía con el ambiente y la mejora de sus ingresos”, recalcó.
Características. Las variedades Sojapar se caracterizan por su buen rendimiento, rusticidad y sanidad, además de tener genes de resistencia a la roya, una de las principales enfermedades que pueden causar grandes pérdidas en el campo.
El desarrollo de las variedades Sojapar es producto de la alianza público-privada que mantiene el Inbio con el IPTA. Ambas instituciones también se encuentran en la búsqueda de materiales resistentes a macrophomina, nematodos, roya, entre otros.
[Fuente y Foto: Inbio]