Los resultados de investigación demuestran que la Crotalaria juncea es una valiosa fuente de forraje sin efectos tóxicos, por lo tanto, no representa un problema como contaminante del alimento, aunque se recomienda no incluir sus semillas en la dieta animal, comentó el Ing. Agr. MSc. Martín María Cubilla, director ejecutivo de la Consultora Nuestrosuelo S.A.

 

Expresó que posee una elevada palatabilidad para todas las especies de animales y es un forraje de altísima calidad, con niveles de proteína de entre 18 % y 22 %, además de 0,29 % de fósforo, 1,40 % de calcio y 60% de digestibilidad.

 

Cubilla dijo que la crotalaria aporta, en general, 5 a 10 toneladas de materia seca por corte y por hectárea, en un ciclo de 40 a 60-70 días con elevados porcentajes proteicos.

 

Añadió que se debe procurar minimizar la pérdida de hojas durante el corte, ya que estas son más ricas en proteínas que los tallos. “Es una fuente inigualable de nitrógeno y proteína”, enfatizó.

 

Suelo
Cubilla explicó que en el sistema de siembra directa la crotalaria se destaca por su excelente efecto supresor de malezas y por favorecer a la disminución de la población de nematodos fitoparásitos del suelo (con excepción principal del Pratylenchus brachiurus – nematodo de lesiones).

 

El profesional mencionó que la crotalaria se destaca por sus raíces medianas, agresivas, pivotantes, abundantes y profundas, que contribuyen a aliviar la compactación del suelo y favoren la infiltración del agua en profundidades. Además, mejoran la aireación, lo que influencia directa mente en la fijación biológica de nitrógeno.

 

Explicó que es una de las mayores especies fijadoras de nitrógeno atmosférico en simbiosis con bacterias del género Rhizobium, ya que llega a aportar entre 150 a 450 kg/ha de nitrógeno. Además, se destaca por la alta capacidad de ciclar nutrientes, principalmente el fósforo, y aporta de 10 a 15 toneladas de materia seca de rápida descomposición.

 

Destacó que con el uso de la Crotalaria juncea existe un aumento importante de rendimientos de granos y de materia seca en los cultivos en rotación como arroz, maíz, soja, trigo, canola, sorgo, avena, acevén, centeno, triticale, nabo forrajero, hortalizas, entre otros.

 

El director de Nuestrosuelo expresó que ayuda a reducir la erosión hídrica y eólica, a conservar la humedad y aumentar la infiltración del agua en el suelo. También mejora la calidad y la sanidad del suelo, debido a su potencial de aumentar y construir la materia orgánica, secuestrar carbono, fijar nitrógeno atmosférico e incrementar la fertilidad del suelo ciclando nutrientes de las camadas más profundas.

 

Finalmente, expresó que mejora la estructura, porosidad y aireación del suelo, lo que contribuye al aumento de los macro y microporos. Así también, resaltó que ayuda a llevar calcio a las camadas subsuperficiales del suelo y a eliminar la presencia del aluminio tóxico en estos sitios. Aumenta, además, la población de la microbiota del suelo, lo que proporciona un ambiente para un mejor equilibrio de las poblaciones de microorganismos. Es resistente a nematodos y se destaca por su función nematicida.

 

[Material publicado en el segmento Ganadería Productiva de la edición Nº 75 de enero de Revista Productiva, página 18]
[Foto icon-camera : Revista Productiva]