La entidad financiera Rabobank estima que la tendencia para invertir en el sector avícola volverá a partir del año 2022, como resultado de los altibajos que ocasionó la pandemia de la Covid-19 y el periodo de recuperación que enfrenta la industria avícola a nivel mundial.

 

Nan-Dirk Mulder, analista senior de Proteína Animal de Rabobank, publicó recientemente el informe sobre la evolución de la industria avícola a nivel internacional de esta institución financiera, considerando que la Covid-19 ha interrumpido el comercio avícola de una manera que nunca se llegó a pensar y sus efectos se distribuyen de forma muy desigual entre regiones y empresas.

 

El análisis identifica esta evolución en tres etapas. La primera tiene relación con la llegada de la Covid-19 en el 2020, generando una disrupción significativa en los mercados, el comercio y las cadenas de suministro, con mayores diferencias en el rendimiento entre empresas como nunca antes visto.

 

Para el 2021 se estima una recuperación del mercado avícola. Las condiciones comenzarán a recuperarse gradualmente cuando la Covid-19 se vuelva un poco más controlada en el segundo semestre de 2021 y en 2022 a medida que las vacunas se vayan utilizando más ampliamente. Según el análisis, todo esto sucede en un contexto de costos de alimentación altos y volátiles.

 

En cuanto a la demanda, en este año habrá una tendencia de mercado dual definida por los consumidores con un alto poder adquisitivo que impulsará la demanda de productos premium al por menor, por un lado, y por los consumidores centrados en el precio que se han visto afectados económicamente por la pandemia en el otro lado.

 

Mulder puntualiza que durante la segunda etapa los temas claves para los inversores serán el posicionamiento en el mercado, el control de costos, las adquisiciones y la gestión de suministros. La consolidación de este aspecto también se acelerará de forma gradual.

 

Finalmente, las secuelas del sector avícola se verán en el 2022 con el retorno de oportunidades de inversión alcistas para la industria global en un entorno posterior a la pandemia, en el que los temas de inversión claves serán diferentes a los anteriores a la Covid-19.

 

Asimismo, la demanda de carne de aves se caracterizará por ser fuerte y continua a pesar de la recuperación de la peste porcina africana (PPA) y el crecimiento de proteínas alternativas. Los canales de distribución también cambiarán, con ventas continuas y sólidas en el hogar y online, lo que cambiará las oportunidades de mezcla de productos.

 

Por último, se prevé que las cadenas de valor se volverán más digitales, más inteligentes y más sostenibles, y la seguridad alimentaria y de los insumos impulsará un mayor suministro local y un comercio más presionado.

 

Mulder enfatiza que “los líderes e inversores de la empresa deben revisar constantemente las condiciones del mercado y ajustar el posicionamiento de la empresa para optimizar el crecimiento y la rentabilidad. Habrá mayores diferencias entre ganadores y perdedores, lo que conducirá a un proceso de inversión de capital acelerado, consolidación e internacionalización en los próximos años”.

 

[Fuente: Eurocarne]