De ser una plaga secundaria en los cultivos de maíz, la cigarrita pasó a ser el principal dolor de cabeza de los productores en la última campaña 2020/21, una situación que fue analizada en el programa Nación Productiva, una producción periodística de Productiva C&M, emitido los domingos a las 20:00 en canal PRO.
Estuvieron en el estudio el Ing. Agr. Carlos Arce, gerente de Marketing de UPL Paraguay, y el responsable de canal exclusivo Dekalpar de Semillas Dekalb, Nilson Soares, y a través de un contacto virtual, el Ing. Agr. Eduardo Dietze, gerente de Producción y Abastecimiento de la Cooperativa Colonias Unidas.
En cuanto al reporte de los agricultores, Arce comentó que hace dos a tres años viene incrementándose la presión de esta plaga que tiene una propagación muy rápida y llega a la adultez en un periodo muy corto; por lo tanto, tiene una alta colonización que dificulta la labor del agricultor, teniendo en cuenta que son agentes transmisores de virus y bacterias.
“Realmente, hubo un retraso de la zafra de soja y eso también atrasó el arranque de la siembra de zafriña. Como esta plaga tiene la capacidad de propagación muy rápida en aquellas áreas de germinación temprana, venía la infestación de cultivos aledaños que se encontraban en estadios más avanzados. Es una plaga bastante móvil que causa un importante daño”, expresó.
Por su parte, Nilson Soares explicó que en las últimas cinco a seis campañas empezaron algunos síntomas del ataque de la cigarrita, pero acotó que en una forma más agresiva recién en los últimos tres años apareció en el área productiva de Paraguay. “Tuvimos que tomar algunas acciones para controlar esta plaga. La presión fue muy fuerte en todas las zonas de Paraguay, principalmente en el sur. Para algunos productores fue en cierta manera una novedad como se está teniendo un aumento del área de maíz en el sur por la necesidad del grano. Las áreas más tardías fueron las que sufrieron más”, explicó.
“Este año fue un poco más complicado porque tuvimos un retraso de la siembra y cerca del 80 % del maíz de Paraguay fue sembrado en la segunda quincena de febrero y por ese motivo ya tenemos una pérdida de productividad por la falta del fotoperiodo, que es necesario para el maíz”, agregó.
Indicó que se tendrán pérdidas importantes por culpa de esta plaga, pero otros factores también se van sumando; es decir, se tendrá una merma productiva por siembra tardía, por la sequía durante la fase reproductiva del maíz y también por el ataque de este insecto en toda el área productiva tanto en la región Oriental como Occidental.
Soares comentó que algunos productores están mejor informados sobre cómo identificar esta plaga en cultivos extensivos, por ende buscan materiales moderadamente tolerantes porque no existe una protección genética total. “En las próximas campañas creo que el productor va a buscar materiales moderadamente más tolerantes sin dejar de lado el rendimiento y la calidad de grano”, añadió.
“Para Dekalb siempre prima el rendimiento y la calidad del grano, por lo que viene hace más de una década trabajando en el combate de esta plaga. Los últimos lanzamientos que tenemos son materiales moderadamente tolerantes porque nosotros ya veíamos que esta situación se iba a acrecentar”, acotó.
Indicó que cree que habrá una merma de productividad de entre 20 y 30 %, mientras que en zonas donde no se hicieron las aplicaciones en el momento que empezó la infestación se puede hablar de que las pérdidas pueden llegar a niveles del 70 %. “Es importante también tener en cuenta que los cuidados siempre hay que hacerlos desde el inicio, en especial tratándose de la cigarrita que hoy viene a ser la principal plaga del cultivo de maíz”, subrayó.
Recordó que algunos agricultores estimaron una cosecha de 5000 kg, pero solo lograron 1500 a 1800 kg; por ende, se habla de una pérdida bastante considerable.
Protección inicial. A su vez, Arce destacó que el tratamiento de semillas tiene un periodo de protección después de la emergencia de aproximadamente 15 a 20 días. Posterior a eso se recomienda el monitoreo, que es una herramienta bastante poderosa y que el agricultor debe utilizar.
Mencionó que luego está la decisión de realizar aplicaciones foliares de insecticidas para ir bajando la población. “Como compañía recomendamos primeramente el monitoreo, luego ir a la toma de decisión de hacer las aplicaciones foliares”, indicó.
Carlos Arce dijo que UPL es una compañía que trabaja fuertemente para satisfacer las necesidades del agricultor, buscando soluciones que le ayuden a paliar los problemas y que eso se transforme en productividad.
En cuanto a la cigarrita, destacó que cuentan con soluciones para acompañar el momento en que esta se encuentre en mayor intensidad. “Movemos las aplicaciones y las adelantamos de acuerdo al monitoreo y la infestación temprana”, añadió.
Expresó que se recomienda hacer aplicaciones más tempranas de modo a tener controles iniciales y evitar problemas posteriores. “Cuanto más demoramos en hacer las aplicaciones iniciales, los problemas son más fuertes en la etapa reproductiva, entonces recomendamos hacer el monitoreo y las aplicaciones de defensivos de forma temprana”, explicó.
Comentó que las aplicaciones se están haciendo en intervalos de entre siete a 10 días, por lo que recomendó tener un cuidado especial entre V2 y V10 para evitar mermas de productividad. “Las aplicaciones se adelantaron y las opciones son las mezclas, hacer un monitoreo”, acotó.
Arce enfatizó que la mejor herramienta es el monitoreo, luego evitar el maíz guacho y realizar las aplicaciones con productos foliares disponibles en el mercado. “Tenemos tres productos que acompañan el periodo vegetativo del maíz, que son Lascar, Lancer y Battus Gold en etapas diferentes que estamos posicionando para paliar esta situación, teniendo en cuenta el momento en que el productor siembra. Se recomienda tener ventanas de siembra cortas para acompañar un mismo estadio y desarrollo del maíz. El posicionamiento se anticipó, teniendo en cuenta toda esta situación”, precisó.
Posicionamiento. Arce comentó que el portfolio de UPL va desde la desecación hasta el estadio reproductivo con todo un programa de insecticidas y fungicidas. “Como compañía posicionamos el producto Lascar para la etapa inicial del maíz y con esto atacamos a la cigarrita y también damos un soporte para el resto de plagas que sobró de la cosecha de soja”, indicó.
En la siguiente aplicación recomendó Lancer Gold (una mezcla de acefato más imidacloprid) a una dosis de 1,5 kg por hectárea. “Así entramos con un producto sistémico que entrega un residual al cultivo y da un control más prolongado. Para la tercera aplicación se encuentra el Battus Gold, que es un producto lanzado hace dos años y es una mezcla de acetamiprid + bifenthrin que da un buen control, además tiene una buena estabilidad de formulación y de activos”, explicó.
Por su parte, Soares mencionó que los primeros datos epidémicos de ataques al maíz indican que la cigarrita entró a la zona productora de semillas, pero antes de eso los investigadores comenzaron a trabajar con materiales moderadamente tolerantes y eso da un espacio de tiempo para entregar a los productores una herramienta más para el control de la cigarrita.
Recalcó que, actualmente, no existe resistencia genética para controlar esta plaga, pero con base en las experiencias logradas se van ajustando los programas de mejoramiento genético. “Tenemos que tener una visión más amplia de la parcela y del ambiente productivo que el productor quiere dar. Con todas las dificultades hay varios puntos que tenemos que tener en cuenta para posicionar el maíz; depende mucho de la inversión del productor, la época de siembra, densidad, fertilidad del suelo, por lo tanto, para cada híbrido existe un posicionamiento para cada región”, acotó.
Producción
Luego, Eduardo Dietze, expresó que la presión de cigarrita fue severa. Antes de exponer la situación actual, comentó que el área de siembra de maíz de entrezafra en Itapúa ha venido creciendo en los últimos años, por lo que, actualmente, es el segundo mayor productor, solo por detrás de Alto Paraná.
Sobre el punto, acotó que, posiblemente, el aumento de la superficie hizo también que aparezcan nuevos desafíos, pero sin duda esta plaga viene a generar un cambio muy grande con respecto al futuro del cultivo. “Nos gusta decir que cada año agrícola es diferente y tiene un comportamiento que, dependiendo de todos los factores de producción, define muchas veces el resultado”, mencionó.
Dijo que el problema apareció hace tres campañas, pero que en esta se generalizó, por lo tanto, muchos productores fueron afectados. “Seguramente, va a venir todo un proceso detrás de esto para replantearse lo que es la tecnología y el manejo del cultivo y para eso hay que llegar con información y con más conocimientos a los productores para estar mejor preparados ante esta situación”, indicó.
Explicó que en términos de productividad, aquellas siembras de finales de enero al 15 de febrero tendrán una merma de 30 %. “En esta campaña hay más variables, pero hay un número de productores que van a estar muy afectados y eso se va a visualizar en un menor rendimiento de los cultivos y en el caso de la cooperativa, se habla de una pérdida de USD 6 a 7 millones y si se traslada al área de influencia del departamento de Itapúa, vamos a encontrarnos con cifras de USD 50 millones”, enfatizó.
Conforme los datos de las aplicaciones hechas por los productores, manifestó que existen situaciones de una o dos aplicaciones más que las habituales en el campo y eso en términos económicos se traduce en USD 30 a 40 más que se van agregando al costo de producción del cultivo. “Esta problemática va a marcar una tendencia para el cultivo en las próximas campañas”, puntualizó.
Por la situación de la campaña misma el área de maíz también tuvo una disminución, pero de la superficie sembrada hoy la expectativa de acopio se va a ver reducida, por lo tanto faltarán 15 000 a 20 000 toneladas de granos sobre el área que se tenía planificada.
“Tenemos un gran desafío por delante porque hay un trabajo por hacer junto a los productores que siempre se han caracterizado por ser muy innovadores y tenemos que tratar de sumar esfuerzos dentro de la región para poder evitar que haya una desmotivación o una caída de la superficie de cultivo de maíz en la región”, expresó.
Resaltó que es necesario ajustar la oferta de híbridos en el mercado y las prácticas de control químico por los plazos de aplicación y la detección temprana de la plaga. “A partir de los ensayos de validación hemos visto que existen alternativas y también hay una tendencia muy fuerte de ir complementado los controles con principios activos químicos o productos biológicos que están buscando darle residualidad a las aplicaciones a campo”, concluyó.
[Material publicado en el segmento Actividad de la edición Nº 81 de julio de Revista Productiva, páginas 32 y 33]
[Foto : Revista Productiva]