A medida que vaya aumentando la demanda de productos lácteos certificados se suman varios criterios que la producción primaria debe cumplir para poder potenciar el sector. En ese sentido, la industria viene trabajando en nuevas estrategias, teniendo en cuenta la tendencia del mercado mundial de la leche.

 

Actualmente, muchas de esas exigencias aplicables a la industria láctea ya son adecuadas en la producción primaria por medio de un programa de calidad que busca posicionar productos con valor agregado dentro del mercado, explicó Orie Toews, gerente comercial de Lácteos Trébol de la Cooperativa Chortitzer Ltda., durante el programa Nación Productiva, emitido los domingos a las 20:00 en canal PRO.

 

Al ser un alimento, la leche debe cumplir con una serie de requisitos de calidad e inocuidad para lograr las certificaciones. Hoy en día, esas exigencias se trasladan también a la producción primara, de modo a obtener productos óptimos para el consumo humano.

 

Toews mencionó que por naturaleza el producto mejor exportable es la leche en polvo debido a que en un kilo se concentran entre 8 y 8.5 litros de leche, lo cual hace que sea un bien exportable por excelencia. Asimismo, contó que algunas de las certificaciones básicas que la leche en polvo debe cumplir son el Análisis de Peligros y Puntos Críticos de Control (HACCP, por sus siglas en inglés) y la ISO 22 000 (norma internacional en seguridad alimentaria).

 

En cuanto al trabajo con el productor y las exigencias de calidad, Orie indicó que buscan motivar a los productores a través de pagos diferenciales por la calidad del producto. “No estamos hablando solamente de parámetros físico-químicos, sino también microbiológicos, que realmente son los valores diferenciales de una buena calidad en la mesa de un consumidor”, subrayó.

 

Además, relató que ofrecen una asistencia técnica con profesionales capacitados en la parte nutricional y sanitaria. “La producción primaria es sumamente importante y es un trabajo en la nutrición animal para aumentar la producción de vaca por día, pero también la parte higiénica y sanitaria como para aumentar los parámetros en cuanto a bacterias en la leche”, acotó.

 

Así también, la compañía cuenta con su propio laboratorio, donde se van controlando los procesos de elaboración y la calidad de productos terminados.

 

En cuanto a las certificaciones, Toews resaltó que dan un valor agregado al producto, ya que le ofrece al consumidor la seguridad de que el producto que está consumiendo pasó por una serie de controles.

 

“En nuestro caso, por ejemplo, los controles van hacia el productor. Tenemos la trazabilidad vía lote de productos y otras características porque si un lote falla o hay algún problema, eso nos obliga a buscar la causa y podemos rastrear hasta el grupo de productores que llenó “x” tanque en una cisterna de acopio”, puntualizó el gerente.

 

Finalmente, el entrevistado refirió que el consumidor no paga más por un producto certificado, sino que las empresas formales que buscan la excelencia lo hacen para garantizarle al cliente la seguridad de los productos.