Hace tiempo se manejaba y ahora fue, finalmente, confirmada: la resistencia cruzada y múltiple de la Digitaria insularis o kapi´i pororó, de acuerdo con las evaluaciones realizadas por el Ing. Agr. Fabrizio Krzyzaniak, director de Farm Consultoría, en su campo experimental ubicado en Yguazú, departamento de Alto Paraná.

 

“Queremos divulgar los resultados de los ensayos de investigación que se estuvieron desarrollando con una población de Digitaria insularis que fue identificada en Paraguay. El primer caso de Digitaria insularis con resistencia a glifosato fue identificado en 2005”, resaltó.

 

Dijo que en Paraguay siempre se escucha a los productores tener problemas de resistencia con esa maleza, pero fue en Hernandarias donde se prestó especial atención al relato de un agricultor que estaba teniendo problemas en el control de amargoso utilizando glifosato, haloxifop y cletodim. “Nos acercamos a la parcela e hicimos aplicaciones y en el campo constatamos que el amargoso no estaba muriendo con las dosis convencionales, por lo que elevamos esto dentro de un invernadero”, explicó.

 

La investigación condujo a una evaluación denominada curva de respuesta a herbicidas. Este trabajo implica exponer un testigo con una dosis cero y se va avanzando usando las dosificaciones hasta llegar a 32 veces más sobre lo normal para que se pueda matar a esta población. “Así tomamos los datos de las evaluaciones y llegamos a la conclusión de que hoy estamos tratando con el primer caso de Digitaria insularis con resistencia múltiple a EPSPs (glifosato) y ACCasa, y dentro de este grupo tenemos una resistencia cruzada (haloxifop y cletodim)”, manifestó.

 

Incidencia
Indicó que pudo comprobar que hubo casos que llegaron a 80 % de merma en parcelas de maíz donde el productor perdió el control desde la desecación hasta la fase de posemergencia. “Es algo muy serio y en soja tenemos datos muy robustos que indican que el amargoso es la maleza que trae mayores daños a los cultivos”, comentó.

 

Explicó que se debe tener extrema prudencia para que este problema no esté instalado dentro de las parcelas. Con la clase de amargoso que fue identificada se encontró que en posemergencia ya no es posible el control, por ende, se realizaron aplicaciones y se constató que es inviable.

 

“En las parcelas donde hubo este problema se debió hacer una interferencia mecánica, pasando rastras por la parcela y eliminar a todos los amargosos que estaban emergidos. A partir de hoy el productor va a hacer el control a través de herbicidas preemergentes”, señaló.

 

El Manejo Integrado de Malezas (MIM) es fundamental para reducir la incidencia de Digitaria con resistencia múltiple y cruzada. Para ello -acotó-, primeramente se debe eliminar esas malezas en los bordes de los cultivos. Precisó que el otro paso importante es dentro de los cultivos al momento de hacer las aplicaciones convencionales de herbicidas, porque es necesario observar cuando una planta escapa de la aplicación. “Ese amargoso es potencialmente resistente y tenemos que sacar esta planta, eliminar las semillas para que no tengamos este problema instalado en el cultivo”, detalló.

 

Insistió en utilizar las herramientas disponibles con los elementos que hacen al MIM: manejo mecánico, físico, preventivo, cultural y el químico, que es solo uno de los elementos que el productor dispone, pero que es el más utilizado para esos fines. Es debido a esta decisión que también se generan las resistencias de las malezas a los herbicidas, resaltó.

 

[Material publicado en el segmento Agricultura Productiva de la edición Nº 84 de octubre de Revista Productiva, página 16]
[Foto icon-camera : Revista Productiva]