La baja disponibilidad de soja y maíz para la alimentación de las vacas lecheras significa un riesgo, ya que estos animales pueden no expresar su máximo potencial de producción, explicó el Ing. Agr. Alejo Guichón, asesor en Nutrición y Mejoramiento Genético Animal en una entrevista con el programa Nación Productiva.

 

En comunicación con Nación Productiva, programa emitido los domingos a las 20:00 en canal PRO, el Ing. Agr. Alejo Guichón, asesor en Nutrición y Mejoramiento Genético Animal, comentó que con la reducción de la oferta de granos (soja y maíz) se complican las condiciones para que el las vacas lecheras reciban la alimentación necesaria y expresen todo su potencial productivo.

 

El profesional indicó que una menor reserva forrajera, baja oferta y mala calidad de los granos esenciales obligan al productor a completar la nutrición animal con fuentes de energía externas. Acotó que, en la actualidad, hay un gran grupo de vacas lecheras que está bajo una producción a “cielo abierto”, es decir, con una menor tecnología aplicada en la alimentación.

 

Por otra parte, Guichón agregó que también existen otras vacas que pese a la situación de escasez de materias primas van a seguir expresando su potencial porque se encuentran en un óptimo ambiente y en manos de productores más tecnificados.

 

Por último, puntualizó que a veces las épocas de crisis llevan al productor a tomar malas decisiones por la situación económica. “Hay que buscar alternativas para tratar de sobrevivir al temporal de forma a que se pueda seguir pensando en el efecto inmediato y no comprometer el siguiente año”, expresó.