Para ofrecer al mercado un defensivo agrícola o una variedad deben desarrollarse con antelación trabajos de investigación y experimentación, de modo a que estas tecnologías cumplan con las expectativas de los productores.

 

El equipo de Productiva visitó la “cocina” del Grupo Pereira en Estancia Santa Ana, ubicada en Torín, departamento de Caaguazú. En la ocasión, el Ing. Agr. Martín Pereira, director técnico de GPSA, habló del trabajo realizado en el Centro Tecnológico del Grupo Pereira, en donde se vienen haciendo investigaciones de productos de varias compañías aliadas a GPSA (Syngenta, Nidera Semillas, BASF Paraguaya, Surcos, Grupo Don Mario), además de pruebas de VCU (Valor de Cultivo y Uso) para ir desarrollando nuevos materiales de soja.

 

Pereira indicó que el plantel de profesionales de la empresa acompaña el trabajo de investigación con el ojo crítico del productor y en todas las diferentes circunstancias que ofrecen las condiciones climáticas. Comentó que este acompañamiento les sirve para contar con información de primera mano y divulgarla con las mejores recomendaciones.

 

En cuanto a los resultados obtenidos por el buen manejo del suelo, el ingeniero explicó que la parte técnica no comienza con la siembra, sino antes, desde la rotación de cultivos. “Trabajamos con agricultura de precisión y le damos mucho énfasis a la corrección y a la preservación del suelo, después eso termina con una serie de buenos hábitos y reflejan un buen rendimiento”, acotó.

 

Este año GPSA lanzó un programa de multiplicación de soja convencional, de tal manera a controlar este material y que no genere una cruza varietal con las semillas que ofrece la compañía. De esta manera, se busca brindar una simiente pura, sin contacto con otras variedades.

 

Nutrición. Por otro lado, el Ing. Agr. Carlos Franco, responsable del área de Nutrición Vegetal de GPSA, señaló que la compañía trabaja con una línea de fertilizantes foliares de la marca Gama. Dentro de la propuesta se encuentra Taggy, un producto a base de hormonas vegetales, aminoácidos, macro y micronutrientes, que fueron preseleccionados y específicos para un momento determinado.

 

Otra solución destacada es Magnum, desarrollada específicamente para usarla en aplicaciones foliares en mezcla con glifosato. Franco precisó que este producto ayuda a la planta a que no quede tanto tiempo en reposo y pueda estar fotoactiva.

 

El siguiente producto foliar con foco a la primera aplicación de fungicidas es Top Amino. El ingeniero detalló que en su composición se encuentra la glicina betaína, que favorece a la optimización del uso del agua, además cuenta con aminoácidos, macronutrientes y micronutrientes, que contribuyen con el desarrollo pleno de la planta.

 

El ingeniero también resaltó la utilización de Boruss, que propicia el amarre de flores y evita el aborto de vainas. Explicó que a pesar de ser un micronutriente, el boro es uno de los elementos que ayudan al vegetal a optimizar el uso de fósforo.

 

Malezas. El Ing. Agr. José Sánchez, coordinador general de Desarrollo de BASF Paraguay, comentó que en conjunto con los técnicos de GPSA, se estuvo evaluando el Optill, un pro ducto de lanzamiento en la última campaña. Es un herbicida que posee dos ingredientes activos (saflufenacil + imazetapir).

 

A nivel de campo también fue evaluado el efecto de secado sobre la aplicación de base. El profesional aseguró que se vio un buen resultado en cuanto a la velocidad de secado y la acción sobre la mayoría de las malezas resistentes. Optill tiene una formulación granulada y baja dosis (200 g por hectárea).

 

En cuanto al doble golpe, aclaró que el intervalo de tiempo va a depender del hormonal que se use en la primera aplicación. “Si se trata del 2,4-D, tenemos que hacer esa aplicación a los ocho o 10 días y en el caso de dicamba, la secuencial se puede hacer en un periodo más alejado a los 15, 22 o 30 días, dependiendo de las condiciones ambientales”, acotó.

 

En la ocasión, mencionó que Optill tiene un buen efecto sobre hojas anchas, ya que al contar con una acción sistémica se puede mezclar con otros productos sintéticos y en el caso de que la parcela posea hojas finas, puede ser mezclado con un cletodim.

 

Genética. El Ing. Agr. Guillermo Sann, responsable de Desarrollo Comercial de Nidera Semilla de Syngenta Seeds, comentó que todos los años realizan en la Estancia Santa Ana investigaciones en soja y maíz. En este caso, cuentan con un ensayo de densidad en donde se estudian las diferentes poblaciones de las variedades y un ensayo protegido de la tecnología Intacta2 Xtend.

 

Dentro de los testeos de materiales que hoy en día ya están disponibles en el mercado, citó a NS 6700 IPRO de ciclo largo, que está posicionado para zonas bajas y para el Chaco. De las variedades más adecuadas para la región Oriental, por ejemplo, destacó la NS 5933 IPRO y la NS 6220 O IPRO, que hace cuatro años están en investigación y actualmente GPSA las está multiplicando.

 

El responsable técnico de Syngenta Seeds resaltó que la firma está trabajando con códigos y existen tres materiales de la tecnología Xtend que probablemente serán lanzamientos comerciales en poco tiempo porque están teniendo muy buena performance en el campo.

 

Germoplasma. El Ing. Agr. Alfredo Cáceres, representante comercial de Grupo Don Mario en Paraguay, indicó que en la “cocina” del Grupo Pereira se van evaluando las variedades que próximamente estarán disponibles en el mercado.

 

Dentro del programa de investigación y desarrollo, las variedades seleccionadas deben responder a una mayor productividad. Entre las destacadas en este trabajo están la BMX ZEUS 55i57 y la Compacta.

 

De este tipo de ensayos existe un total de treinta a nivel país. Cáceres expresó que el objetivo de estos trabajos es la recomendación segura y para eso es necesario explorar distintos ambientes productivos y seleccionar los productos que mejor se desempeñan en distintos sitios.

 

Con respecto a la nueva plataforma biotecnológica Intacta 2 Xtend, explicó que desde la presente campaña se ha abierto la posibilidad de poder hacer las evaluaciones en los programas de desarrollo de las nuevas tecnologías que impulsa el Grupo Don Mario en Paraguay. Durante la primera etapa existen tres tipos de variedades con distintos grupos de madurez.

 

Plagas. En la Estancia Santa Ana la firma Syngenta Paraguay también cuenta con una parcela arrendada para llevar a cabo un trabajo de investigación y desarrollo de nuevas tecnologías, principios activos y productos que sean seguros para el productor. En ese sentido, el Ing. Agr. Francesco Greco, representante de Desarrollo Técnico de la compañía, indicó que dentro de las parcelas del establecimiento agrícola se están manejando 20 ensayos de fungicidas, herbicidas e insecticidas para el control de chinches y trips en el cultivo de la soja.

 

El insecticida que próximamente será lanzado por la compañía tendrá una residualidad superior y será una herramienta totalmente nueva para la siguiente zafra. Para el control de trips, este producto ayudará a la supresión de la plaga dentro de un estilo de rotación. “Con trips y ácaros podríamos estar perdiendo entre 15 a 20 % de productividad y con chiches, la calidad de granos cuando trabajamos para obtener semillas”, puntualizó sobre los efectos de las principales plagas en el cultivo de soja.

 

Nanotecnología. Durante la jornada de campo en el centro de investigación de GPSA, el Ing. Agr. Carlos Colina, responsable de Investigación y Desarrollo de Surcos S.A., expuso el trabajo sobre herramientas nanotecnológicas para el control de malezas, que ayudan a ganar mayor eficiencia con relación a los productos fitosanitarios y en comparación con una formulación convencional.

 

Destacó que estos productos también son capaces de ofrecer una alta compatibilidad y permiten incluso ahorrar una aplicación, con lo cual se evitan cortes en el tanque. Colina acotó que otro punto no menor es el cuidado del medioambiente, porque con la nanotecnología se puede ofrecer productos más amigables con el suelo, el aire y las personas que los aplican.

 

Colina contó que Surcos S.A. está trabajando fuertemente con la línea de herbicidas y en el registro de nuevos activos para el portafolio de fungicidas e insecticidas.

 

“La idea principal es trabajar los activos con una nueva formulación que ofrece características fisicoquímicas totalmente diferentes a una formulación convencional”, concluyó.

 

[Material publicado en el segmento Actividad de la edición Nº 88 de febrero de Revista Productiva, páginas 30 y 31]
[Foto icon-camera : Revista Productiva]