En una semana de alto voltaje para la transferencia de tecnología, la empresa Corteva Agriscience organizó Corteva Day y Corteva Sunset en la región de Santa Rita, Alto Paraná, y Corpus Chisti, Canindeyú, dos encuentros con productores que sirvieron para acercarles paquetes tecnológicos para el efectivo manejo de malezas, plagas y enfermedades.

 

El Ing. Agr. Marcos Mendoza, responsable de Desarrollo Agronómico de Corteva para la región norte, comentó que dentro del manejo de enfermedades en el cultivo de soja se va separando el control de patógenos necrotróficos y biotróficos. Para ello, se recomienda en aplicación temprana (a los 25 días) el Aproach Power junto con el glifosato para controlar las manchas que ya están expectantes en el rastrojo ante un nuevo ciclo de la soja.

 

“El glifosato no causa antagonismo y algunas investigaciones hablan de que hay una sinergia entre fungicidas más glifosato”, indicó.

 

Continuando con el programa de control del complejo de manchas, se resaltó la aplicación de Viovan seguido de Vessarya, además del multisitio Dithane. Posterior a esto, se sugiere nuevamente Viovan con Dithane para luego finalizar con el Aproach Power. El intervalo recomendado es de 14 días.

 

Por más que fue un año bastante complicado por la falta de lluvias, indicó que el fungicida tuvo un aporte importante e hizo que la planta permaneciera verde, lo que posibilitó tener más tiempo para el llenado de granos. “A eso le atribuimos los efectos fisiológicos que están más relacionados con estrobirulinas y carboxamidas que tenemos en nuestro programa, y la aplicación a los 25 días fue también clave”, señaló.

 

Precisó que la cercóspora y la antracnosis fueron algunas de las enfermedades que sí aparecieron a pesar de la sequía. Por otro lado, indicó que no se registraron casos de roya de la soja.

 

Explicó que durante condiciones adversas es posible extender el intervalo de aplicación para no sobrecargar la planta. Además, explicó que como la presión es baja no se le carga demasiado a la planta con productos químicos por más que sean fungicidas para evitar algún tipo de estrés adicional. “En condiciones de calor, por lo general, los fungicidas tienen un periodo residual un poco más largo y la protección es más extendida”, aclaró.

 

En cuanto a la zafriña, el programa es mucho más riguroso porque gran parte de las enfermedades de la soja de verano están con el inóculo inicial en el suelo más elevado, por lo que se recomienda entrar con una aplicación temprana a los 20 o 25 días.

 

Por su parte, la Ing. Agr. Anette Stolle, líder de Gestión de Demanda de Corteva Agriscience, comentó que la compañía presentó en el Corteva Day las diferentes soluciones a los problemas que diariamente encuentra el agricultor durante sus labores.

 

En la estación de fungicidas se mostró lo que ocurrió en la zafra 2021/22, cuando se tuvo un clima extremadamente seco, lo cual puso muchas veces en duda las aplicaciones de estos productos y la presencia de enfermedades.

 

Igualmente, mencionó que se tuvo mucha presión de las enfermedades de final de ciclo (EFC) en soja que se pueden encontrar en el rastrojo dentro de las parcelas o bien uno mismo las puede estar llevando a la parcela al momento de hacer la siembra.

 

Explicó que estas enfermedades se inoculan, principalmente, en los estados V1 y V2, aunque se siguen teniendo inoculaciones hasta V5 y V6. “Durante este periodo que vamos a estar haciendo aplicación foliar es fundamental proteger nuestra semilla y nuestra plántula en fase inicial con un buen fungicida en tratamiento de semillas”, acotó.

 

Una vez terminada la residualidad del fungicida incorporado en el tratamiento de semilla, la ingeniera sugirió hacer la primera aplicación a partir de los 35 días aproximadamente, para dar protección a la planta antes de que estas enfermedades se inoculen y continúen su ciclo dentro de ella.

 

Después de un intervalo de 10 días, se inicia la base fuerte pensando tanto en roya como en enfermedades de final de ciclo, como el complejo de manchas dentro del cual se nombra, principalmente, la mancha púrpura, la antracnosis y la septoria. Señaló que el complejo de manchas puede llegar a reducir un 30 % el rendimiento del cultivo de soja porque causa una defoliación prematura muy severa que termina afectando la productividad, es de ahí que viene la necesidad de hacer las aplicaciones de forma preventiva, resaltó la ingeniera.

 

Por otra parte, explicó que la residualidad de cualquier fungicida es de 14 días. En ese sentido, dijo que cuando se realiza una extensión del intervalo de aplicación se debe considerar que el cultivo ya no tiene protección los días posteriores a ese periodo; no obstante, acotó que en una condición adversa se puede dar una flexibilidad mayor. “Mi recomendación siempre es hacer las cosas correctamente en la aplicación vegetativa, la primera y la segunda y después, dependiendo de la condición, podemos ir flexibilizando un poco menos o un poco más, pero si la base es débil, después por más que queramos corregir hacia el futuro no vamos a tener un éxito”, puntualizó.

 

Malezas
La Ing. Agr. Daysi Bohn Amaro, responsable de Desarrollo Agronómico en la región sur de Corteva Agriscience, mencionó que por medio del Corteva Day el objetivo es realizar transferencia de tecnología, discutir cuestiones técnicas tanto con agricultores como asesores de la región y poder posicionar los productos que la compañía ofrece como soluciones efectivas a todas las problemáticas que se presentan en el campo.

 

En el segmento de herbicidas una opción para el control de malezas es Pixxaro, un producto con base de Arylex (halauxifen metil), uno de los hormonales recientemente introducidos al mercado para la desecación, además viene acompañado del fluroxypyr. Como ventaja ofrece al productor realizar la aplicación a los siete días después de la siembra en suelos arcillosos y 15 días después en suelos arenosos.

 

Explicó que Pixxaro se utiliza en la desecación con una dosis de 300 ml por hectárea, en mezcla con aceite metilado de soja y 2.5 litros de glifosato. Indicó que la recomendación de la primera aplicación va de la mano también con la secuencial después de siete a 14 días. “Cuando hablamos de buva, hablamos de una maleza difícil y la principal problemática a controlar hoy en día”, relató.

 

Mencionó que el manejo de la buva es recomendable hacerlo con Pixxaro, ya que sus dos activos hormonales ofrecen excelentes controles en posemergencia, así como en otras malezas de hoja ancha. Se recomienda hacer la aplicación de la desecación preferentemente con buena humedad, sin vientos y en la mezcla con glifosato y el aceite metilado de soja, que son los componentes que ayudan a la eficacia del producto, resaltó.

 

Otro de sus beneficios es que ofrece una gran practicidad para su uso y es versátil a la hora de aplicarlo. La dosis sugerida es de 300 ml por hectárea, lo que también muestra que tiene una carga ambiental bastante baja. Además, es compatible en mezcla con graminicidas.

 

Siguiendo con ese segmento, el Verdict Ultra, a base de haloxifop, es un graminicida con alta concentración de activos, lo que permite también utilizar una dosis de 130 ml por hectárea, al tratarse del manejo de amargoso o kapi´i pororo. La ingeniera destacó que este producto es considerado una opción excelente para el manejo de gramíneas y maíz guacho porque tiene una vía de translocación distinta.

 

“Verdict Ultra es un producto muy selectivo para la soja y justamente tiene inertes de excelente calidad que no le van a producir ningún tipo de fitotoxicidad al cultivo”, añadió.

 

Indicó, por otro lado, que ya se puede observar una resistencia de la buva a varios activos y por eso se está sugiriendo que la secuencial sea a base de glufosinato de amonio o saflufenacil. En ese sentido, Corteva Agriscience cuenta con el Veltroma, que va en mezcla con un aceite mineral. “Es superimportante hacer la desecación con una primera buena base, que en este caso es el Pixxaro, que tiene dos hormonales en su composición, y que la secuencial también sea de una buena base a la cual la buva no tenga resistencia y por supuesto, también cuando hablamos de malezas con resistencia ya se habla de una tercera desecación o la incorporación de un preemergente sobre la siembra del cultivo de soja”, explicó.

 

Por otra parte, el Ing. Agr. Gustavo Cantero, responsable del área de Investigación y Desarrollo de Herbicidas de Corteva Agriscience, comentó que Texaro es un producto que tienen los productores paraguayos en sus manos para el control de malezas preplantío de soja. Destacó que en los últimos tres años fueron cubiertas 700 000 hectáreas con este producto y en este tiempo no recibieron ningún reclamo por parte del productor. “Eso nos lleva a seguir invirtiendo en tecnología e investigación para traer nuevas herramientas al productor”, resaltó.

 

Texaro trae consigo la tecnología Arylex, la nueva molécula de Corteva que lleva cuatro años en Paraguay. Arylex está asociada también con diclosulam, que es uno de los mejores preemergentes del mercado por su performance y por la residualidad, ya sea para hoja ancha o para hoja fina.

 

Para el doble golpe explicó que el mejor aliado de Texaro para el control de malezas es el Veltroma ya aplicado entre los siete a 15 días después de la aplicación del auxínico. Mencionó que otro aliado es el glufosinato de amonio, pero que este depende mucho de la dosis porque debe usarse 500 gramos de activo independientemente de la formulación que se venda en el mercado, en tanto que el saflufenacil con 50 gramos es suficiente.

 

Plagas
En el segmento de insecticidas, la Ing. Agr. Daysi Bohn explicó que la propuesta de valor consiste en el manejo dentro del cultivo de maíz y soja con dos productos: Exalt y Quintal Xtra.

 

El primer producto es el Exalt que se lo conoce por ser un insecticida muy noble a base de spinetoram, que proviene de una fermentación bacteriana; es de franja verde y se está utilizando a la dosis de 80 a 100 ml por hectárea para el manejo de la Spodoptera frugiperda o cogollero del maíz. La dosis recomendada va a depender del estadio del maíz y de la plaga, acotó.

 

Otra característica de este insecticida es la falta de olor. La ingeniera explicó que para el manejo del cogollero del maíz ofrece el efecto de choque al aplicarlo y 15 días de efecto residual. “Estamos recomendando hacer la aplicación de Exalt en maíces con o sin biotecnología”, refirió.

 

El Quintal Xtra también tiene la base de spinetoram, pero viene en mezcla con metoxifenocide. Su dosis es 150 a 200 ml por hectárea y también va a depender del estadio del cultivo y la plaga para definir la dosificación, además tiene la capacidad de manejar a los enemigos naturales solo matando a la plaga. El Quintal Extra dentro del cultivo de soja ofrece un manejo excepcional del complejo del género Spodoptera, como la falsa medidora, anticarsia, Helicoverpa y por supuesto, trips.

 

El spinetoram como activo también tiene excelentes controles sobre trips, que son plagas que han avanzado muchísimo adentro de la soja y el maíz. “En un mismo producto tengo el manejo de orugas lepidópteras y también de trips”, agregó a su explicación.

 

Como recomendación señaló la importancia de encarar las aplicaciones preventivamente porque estos productos ofrecen un efecto residual prolongado que ayudará a evitar que las orugas empiecen a consumir dentro del cultivo de soja.

 

Entre los parámetros para hacer la primera aplicación en maíces convencionales o con biotecnologías mencionó que al tener 20 hojas raspadas en cualquier escala de Davis, se debe hacer la aplicación y cuando se trata de un material con tres apilados de proteínas, con 10 % de plantas de escala nivel 3 de Davis, se tiene que ingresar para hacer la aplicación.

 

En el caso de maíces con tecnología PowerCore Ultra y Leptra, la aplicación debe hacerse cuando haya 4 % de plantas con daño en una escala 3. Esto significa que la biotecnología soporta más, pero de igual manera es necesario hacer los controles para mantener viva la proteína que justamente le da la resistencia a la Spodoptera frugiperda.

 

Tratamiento
Luego, la Ing. Daysi Bohn habló sobre el área de tratamiento de semillas, en donde se posiciona Dermacor para el manejo de orugas cortadoras dentro del cultivo de soja. Actualmente, también viene en tratamiento de semilla industrial de las principales marcas de Corteva. La dosis va de 50 a 100 cc por cada 100 kg de semilla.

 

Dermacor es un producto que ofrece toda una protección inicial durante 20 a 25 días para que el stand de plantas se mantenga firme y se pueda arrancar la siembra con todas las plantas emergidas y sin daños por cortadores. Tiene también un buen control sobre coró, una plaga que viene apareciendo hace unos años. “Spodoptera frugiperda avanzó muchísimo, es polífaga y es una plaga que se acostumbró a estar prácticamente en todos los cultivos y ha tomado el protagonismo”, resaltó.

 

El producto ofrece control de Spodoptera frugiperda, Agrotis y Elasmopalpus.

 

Luego, la Ing. Anette Stolle habló sobre el control de Pentatomidae en el cultivo de soja y maíz. En esa línea, la compañía presenta herramientas ideales como el Expedition, que tiene una excelente combinación de sulfoximina (sulfoxaflor) más un piretroide (lamdacialotrina). Aseguró que con esto se puede tener un control rotundo por choque y residualidad gracias a estos dos elementos.

 

En el cultivo de soja se encuentra la chinche marrón o Euschistus heros, que se caracteriza por su voracidad y que llega a causar un gran impacto en el rendimiento porque hace un ataque directo a las vainas. La recomendación de la empresa es posicionar Expedition a partir de R3, es decir, al inicio de la formación de vainas y repetir nuevamente la aplicación entre los cinco y siete días después de la primera.

 

Según la ingeniera, el fundamento de esta recomendación es que durante R2 inclusive R3 se da el periodo de colonización, cuando empiezan a llegar los adultos que estaban ocultos en el borde de la parcela. Y como el objetivo es reducir la población inicial se recomienda este insecticida para evitar que ocurra una explosión poblacional que sea incontrolable.

 

En el caso del maíz, también se está posicionando Expedition durante el inicio del cultivo para bajar considerablemente la presión de la chinche barriga verde, que es una de las principales plagas. Al respecto, la profesional mencionó que en este caso, iniciarían las aplicaciones en punto aguja y entre cinco y siete días después se estaría dando nuevamente una secuencial con Expedition para reducir y prácticamente llevar al mínimo la población, ya que durante los primeros estadios el cultivo de maíz es extremadamente susceptible a esta plaga que puede causar daños muy severos hasta atrofiar totalmente la planta.

 

Destacó que Expedition actúa sobre un sitio de acción diferente al de los neonicotinoides, por lo que se vuelve una estrategia muy interesante dentro de un manejo de rotación de principios activos.

 

En soja y maíz recomendó que los controles se inicien cuando la población alcanza de 0,5 a 1 chinche por metro lineal. “Cada chinche es una picada y una picada es una planta totalmente afectada”, aclaró.

 

Otra recomendación posicionada es el uso de un buen tratamiento de semillas en el cultivo de maíz para realizar un control y manejo integrado de esta plaga. Precisó que el soporte tiene que ser efectivo y contar con un buen efecto residual. “Actuamos de manera foliar con la acción del Expedition para minimizar cualquier posible impacto al inicio del cultivo del maíz”, concluyó.

 

[Material publicado en el segmento Actividad de la edición Nº 89 de marzo de Revista Productiva, páginas 42, 43 y 44]

[Foto icon-camera : Revista Productiva]